lunes, 29 de junio de 2015

Curso Virtual: Género y Desarrollo Local

Curso Virtual: Género y Desarrollo Local

Contenidos

Unidad 1. La igualdad de género en el plano local

Sexo y Género. Roles y estereotipos de género. Igualdad de género. Perspectiva de género. Identidad femenina y multiculturalidad. Diversidad, diferencias e igualdad de oportunidades

Unidad 2. Modelos de Desarrollo. Mandatos Internacionales y Consensos Regionales.

Modelos de desarrollo. Enfoques MED y GED. 
Instrumentos internacionales para la promoción de los derechos humanos de las mujeres: Conferencias Mundiales de la Mujer, CEDAW, Objetivos de Desarrollo del Milenio. Convención Interamericana para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra la mujer Convención de Belém Do Pará

Unidad 3. Las ciudades desde la perspectiva de género

El espacio público y las mujeres. Seguridad ciudadana y violencia de género. Mecanismos para visibilizar la violencia hacia las mujeres: indicadores de género.

Unidad 4. La dimensión de género en el desarrollo económico local

La feminización de la pobreza. La división sexual del trabajo. Los estudios sobre el uso del tiempo. Dimensión del género en el desarrollo económico: empresas, microempresas y emprendimientos. Mercado de trabajo y discriminación laboral. Diagnóstico territorial y mapeo institucional.

Unidad 5. Ciudadanía y participación políticas de las mujeres

Los gobiernos locales latinoamericanos. La ciudadanía y la participación femenina. Autonomía y empoderamiento. Las cuotas electorales. Las barreras a la participación femenina. 

Unidad 6. Acciones locales desde la perspectiva de género

Perspectiva de género en las agendas locales. Políticas públicas con enfoque de género. Estrategias para la equidad de género. Buenas prácticas. 


A quiénes está dirigido

Trabajadoras/es de diversas instancias de gobierno vinculadas con el tema.
Activistas, estudiantes de grado y posgrado que incursionan en este campo o quieren ampliar su marco conceptual-analítico como parte de su actualización profesional. 
Tomadoras/es de decisión y personas vinculadas con la implementación y desarrollo de programas en este campo.
Público en general interesado en introducirse a esta temática.

Cuándo y Cómo se realizará el Curso

Se llevará a cabo exclusivamente a través de la plataforma virtual del CEBEM, Del 6 de Julio al 23 de Agosto de 2015 (7 semanas). La primera semana contemplará una capacitación sobre el manejo de la plataforma.

jueves, 25 de junio de 2015

CHACHA-WARMI Y SU ADAPTACIÓN AL ENFOQUE DE GÉNERO

por R. Soza

Los temas de enfoque de género son de “reciente” aparición a la hora de formular proyectos, en busca de la igualdad de derechos y oportunidades tanto para la mujer como para el hombre, como protesta por parte de movimientos sociales feministas que tanto en Europa como América Latina se han venido presentando en las últimas décadas.

Sin embargo, en las culturas aymara, quechua, uru, es decir, en la cosmovisión andina en general, el enfoque de género venia implícito en el chacha-warmi, código que viene desde tiempos precolombinos.

Por ejemplo “se sabe quiénes fundaron Cuzco: Mallku Qhapa y Mama Uqllu, una pareja de Chacha Warmi, y los que fundaron Bolivia, solo sabemos el nombre del varón, Simón Bolívar, y su esposa es ignorada incluso en círculos oficiales de la historia. Sabemos quién ha sido la pareja del mártir Tupaq Katari, doña Bartolina Sisa, pero no sabemos quién habrá sido la compañera de Antonio José de Sucre; sabemos quién era la esposa de Tupaq Amaru, doña Micaela Bastidas, pero no sabemos quién era la compañera de Pedro Domingo Murillo”. (Wikipedia, 2014)

Desde una perspectiva biológica “Chacha-warmi es: Chacha = hombre; warmi = mujer. Desde una perspectiva sociocultural es matrimonio: Unión de dos seres humanos opuestos, que rigen el modelo aymara como esposa y esposo”. (Mamani, 1999)
Según Crespo, “el chacha-warmi es “expresión de convivencia entre partes iguales o diferentes que tengan un propósito común”. El chacha-warmi “trasciende la relación hombre/mujer” para situarse como “relación de complementariedad sin asimetrías” en el propósito de coincidir y buscar juntos (hombre y mujer) “la perfección”. En breve, chacha-warmi sería símbolo de armonía y equilibrio entre hombre y mujer, de cada quien consigo mismo y con su entorno.” (Farah & Sánchez, 2008)

Este artículo también indica que en las zonas rurales, existe en la actualidad un sistema de reglas de vida que se ampara en la indefinición de las fronteras público (producción mercantil) y privado (producción doméstica), asumiéndose los roles productivos indistintamente por hombres y por mujeres. Sin embargo, esta presente un jerarquización naturalizada que antepone el dominio de los hombres en las actividades mas prestigiosas, es decir aquellas que generan mas recursos económicos. (Farah & Sánchez, 2008).

Lo anterior quiere decir que el código de chacha-warmi se ha desvirtuado, incluso en las regiones que proclaman practicarlo fehacientemente. Como ejemplo podemos mencionar que al momento de trabajar en el hogar, la chacra, la comunidad, pueden existir diferentes roles bien definidos para hombres y para mujeres. Empero al momento de oportunidades, como la educación completa, o educación secundaria, ofertas laborales, entre otras, se piensa primero, y a veces exclusivamente, en los hijos varones, dejando a las hijas mujeres a la suerte del marido que conseguirán.

Como bien menciona el artículo, la educación será el vehículo que permitirá romper estos paradigmas, introduciendo el principio de equidad en la mente de toda persona desde el hogar y el colegio, eliminando la figura de la mujer como un ente subordinado y materno.


Bibliografía
  • Farah, I., & Sánchez, C. (2008). Perfil de género Bolivia. La Paz: cides-umsa / Viceministerio de Género y Asuntos Generacionales.
  • Mamani, M. (1999). CHACHA-WARMI PARADIGMA E IDENTIDAD MATRIMONIAL AYMARA EN LA PROVINCIA DE PARINACOTA. Revista de Antropología Chilena, 307-317.
  • Wikipedia. (23 de Septiembre de 2014). El Código Chacha Warmi. Obtenido de Wikipedia: https://es.wikipedia.org/wiki/Akhulli#El_C.C3.B3digo_Chacha_Warmi
Imagenes:
  • https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/2/24/Chacha_warmi_tiwanaku.jpg/350px-Chacha_warmi_tiwanaku.jpg
  • https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgQqJArU9aUYJ5EmhESgnpKJrRXUJYXDKxtxTy-ck45FljRQ8G4XhFInuiCcUYerLQPqjeo6LvVLmrxyz2D2K3WfsFimUdH63qL-bLbqXSm4XezlJNKkn7vkyz2EuykG_JIo7lHBC7YEXsw/s1600/DSC_0000317.jpg
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IGUALDAD DE MUJERES Y HOMBRES EN EL EMPLEO

por R. Soza

Es notable el hecho desproporcionado de participación laboral masculina que se tenía en el siglo anterior, en donde el rol del varón en la familia era de proveer los recursos económicos, el hogar, el techo, los alimentos, la vestimenta, y demás gastos que se atribuían a él, quedando las labores domésticas, el cuidado de los hijos, la preparación de los alimentos, la limpieza del hogar y la ropa, a la mujer.

Este escenario era considerado normal hasta por las propias mujeres, quienes recomendaban a sus hijas dejar de lado la educación secundaria, universitaria, o incluso primaria, para aprender a ser una “buena esposa” hacendosa y complaciente.

Sin embargo, diferentes hechos a través de la historia permitieron que el género femenino diera cuenta de que podían y merecían mas. Entre estos el derecho al voto, la inserción de la mujer en actividades consideradas netamente masculinas, como la milicia, la policía, carreras de ingeniería, deportes como el futbol, altos puestos públicos como la presidencia, entre otras.

Ya por los años 70, se hicieron avances en la normativa de diferentes países. “Las leyes de igualdad de trato fueron eficaces en la lucha contra la discriminación directa, pero no suficientes para asegurar la igualdad real. Las políticas aparentemente neutras produjeron resultados sumamente diversos para hombres y para mujeres”. (Kideitu, 2007)

El periodo de los años 80, “se caracteriza por el impulso de políticas y programas basados en la aplicación de medidas positivas y específicas dirigidas a suprimir y prevenir la discriminación o compensar las desventajas que encuentran las mujeres en el mercado laboral”. (Kideitu, 2007)

 

Con todo, a finales del siglo pasado, algunas mujeres llegaron a ser conscientes de que no son menos que sus parejas, aunque este surgimiento solo es visible en los estratos socioeconómicos medio y altos de los grandes centros urbanos, observándose en las periferias y las zonas rurales un retraso en esta forma de pensamiento.

En la actualidad se han ido planteando y ejecutando bastantes proyectos con enfoque de género, a fin de gestionar resultados visibles para el género femenino. Una herramienta muy útil a la hora de formular un proyecto es el Análisis de Actores Involucrados con Enfoque de Género, que “tiene por objeto visibilizar a las mujeres y varones involucrados con el fin de crear las bases para la participación durante las etapas de preparación, ejecución y seguimiento del proyecto y ajustar los objetivos y actividades del proyecto o proceso a la realidad de hombres y mujeres y de pueblos y nacionalidades de las comunidades afectadas. Este análisis implica aclarar: los intereses y los roles de cada grupo de actores e identificar las consideraciones o brechas de género de los grupos involucrados en el proyecto”. (Dirección de Planificación e Inversión, 2011). Así, esta herramienta permite determinar los Roles e Intereses por género, como las brechas de género existentes.

Como menciona Kideitu, “las mujeres se incorporan ahora más tarde a la actividad y se retiran después, incrementando significativamente no sólo la intensidad de su participación en la actividad, sino su compromiso y dedicación a lo largo del tiempo”. (Kideitu, 2007). Esto implica que exista una reorganización en los papeles que el hombre y la mujer tienen en el hogar, asumiendo la mujer el periodo de “transición”. Además, los niveles de fecundidad han disminuido en estos sectores donde la mujer ocupa un papel laboral fuera del hogar, teniendo también el primer alumbramiento mas tarde.

Es así que los proyectos de desarrollo que planteamos los profesionales no deben estar dirigidos a generar más trabajo o mejores ingresos al género femenino. Mas por el contrario, se deben prever las consecuencias futuras que estos cambios pueden traer, debiendo considerar que la mujer no deja su papel de madre o jefa del hogar bajo ninguna circunstancia. Es decir, se deben considerar que no existan incrementos de tensión o estrés para las mujeres beneficiarias de estos proyectos.

Bibliografía
  • Dirección de Planificación e Inversión. (2011). Metodología de Transversalización. Quito, Ecuador: Ministerio del Ambiente.
  • Kideitu. (2007). Guía para la incorporación del enfoque de género en los proyectos de empleo y formación. Araba, España: Emakunde/Instituto Vasco de la Mujer.
Imagenes:
  • https://www.muralesyvinilos.com/murales/p/muralesyvinilos_25213679__XXL.jpg
  • http://images.lagazzettadf.com/2015/02/mujer-trabajando.jpg
  • https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi4gzx0K31g_VegV-uuCDsCb-CRu95BUdZS8FybzGAhnggbM-gkwDqm8bSqm3WTE9VJesPEuhfBCf0XXPIX83NU4i2EELT4Fk59uOxR562JhBqpW5IlZbIZukx5PCfCku0xfqL-IQne8_5Z/s1600/mujertrabajadora2.gif