sábado, 4 de julio de 2015

LAS MUJERES DE VITICHI DICEN “YO TAMBIÉN”

por R. Soza

Desde la aprobación y aplicación de la Nueva Constitución Política del Estado, allá por el 2009, existe las figuras de autonomía departamental, autonomía regional y autonomía municipal, de acuerdo a la Parte III, Título I: Organización Territorial del Estado (CPE, 2009), debiendo establecerse en cada departamento su Estatuto Autonómico, y en cada municipio su Carta Orgánica Municipal. Hasta el momento son pocos los departamentos y municipios que cuentan con este importante documento.


La Carta Orgánica Municipal es elaborada por el Concejo Municipal, pero la población del municipio debe participar activamente para definir las competencias, el régimen económico financiero, los niveles de coordinación entre el nivel central y las entidades territoriales autónomas, el control constitucional y posterior referéndum aprobatorio.  

El presente artículo es una muestra de que las mujeres también participan en el desarrollo de su país, de su región, de su municipio. En este caso particular, “las mujeres del Municipio de Vitichi elaboraron y plantearon sus propuestas en tres encuentros realizados en los distritos de Calcha, Chontola y Vitichi, y en un taller de elaboración y validación de propuestas; proceso que fue elaborado entre el año 2011 hasta agosto del 2012” (CIAC, 2013). El trabajo fue desarrollado con la participación de las organizaciones de Mujeres Las Chaskas Palomas (13 centros), Las Kantutas y la Organización de Mujeres Bartolina Sisa, de los distritos de Vitichi, Calcha, Ara, Chontola y Yawisia, con el acompañamiento de las Concejalas y Concejales del Municipio.


Dentro del Regimen de Equidad de Género, proponen que el Gobierno Autónomo Municipal debe:
  • Promover la equidad de género, reconociendo a la mujer, su sensibilidad social y atender prioritariamente sus necesidades mediante políticas de promoción, prevención, protección y atención integral. (CIAC, 2013). Las propuestas presentadas transversalizan la equidad de género, en temas de Educación y Cultura, de Salud, de Violencia, de Economía Productiva, Medio Ambiente y Recursos Naturales y en el tema Político y de Control Social.
  • Implementar políticas sectoriales con principios de igualdad, equidad y no violencia en la educación, salud, trabajo y en el desarrollo de sus capacidades, garantizando su participación en todos los ámbitos. (CIAC, 2013).  Un ejemplo es el hecho de que mencionan la apertura de una escuela de líderes para las mujeres, para trabajar por la comunidad. También promueven el desarrollo de políticas de educación sexual y reproductiva, para las y los ciudadanos.
  • Brindar protección a las mujeres contra toda forma de explotación, violencia, abandono de mujer embarazada, discriminación y trata de personas. (CIAC, 2013). Mencionan la promoción de construcción y equipamiento de centros de acogida temporal para víctimas de violencia intrafamiliar o doméstica, como un espacio de capacitación y fortalecimiento interpersonal. Pero más importante que una política para víctimas de violencia, es evitar que existan víctimas de violencia, por lo que también promueven realizar campañas de información y prevención del maltrato contra niños, niñas y adolescentes, siendo claro que este grupo tiende a repetir patrones de violencia vividos en su edad adulta.
  • Asegurar que en la planificación presupuestaria incorpore la perspectiva de género, apoye la transversalidad y prevea el cumplimiento de los programas, institucionalidad, proyectos y acciones para la igualdad entre hombres y mujeres. (CIAC, 2013). Para que el tema presupuesto no sea un obstáculo en el cumplimiento de todas estas propuestas, también establecen propuestas en el Régimen Económico Productivo, promoviendo el acceso a mercados productivos y ferias artesanales, la industrialización del mocochinchi y frutas de la región, y garantizar el acceso a recursos y presupuestos sensibles a género (PSG).




Se observa claramente que la participación de las mujeres de este municipio, mediante la presentación de sus propuestas para la elaboración de la Carta Orgánica Municipal de Vitichi, permitió incorporar principios de igualdad, de equidad de género, paridad y alternancia en la conformación del gobierno, la incorporación de sus derechos, competencias y atribuciones municipales, orientadas a mejorar sus condiciones de vida, procurando un municipio más democrático, inclusivo y participativo. En este caso, se valora el apoyo brindado por la Coordinadora de la Mujer, y el Centro de Investigación y apoyo campesino, esperando que este modelo de trabajo se replique en otros municipios y regiones en los cuales las mujeres no tienen acceso a la información y sus voces aun no son escuchadas.

Bibliografía
  • CIAC. (2013). Propuestas de las mujeres para la Carta Orgánica del Municipio de Vitichi. Potosí: Centrod de Investigación y Apoyo Campesino.
  • CPE. (2009). Constitución Política del Estado. Bolivia: Gaceta Oficial de Bolivia.

Imágenes:
  • http://www.coordinadoradelamujer.org.bo/web/archivos/mensaje/IMG_78681_21.JPG
  • http://www.la-razon.com/index.php?_url=/suplementos/escape/Fiesta-Vitichi-alegria-casa_0_1788421242.html
  • http://www.noticiasfides.com/img/news/i_alcaldia-de-camiri-concluyo-elaboracion-de-su-carta-organica_6527.jpg

viernes, 3 de julio de 2015

"NO HAY DESCOLONIZACIÓN SIN DESPATRIARCALIZACIÓN"

por R. Soza

Se puede atribuir al cambio que la Colonia europea en general produjo en nuestras sociedades prehispánicas, el hecho de desigualdad en el poder hacia los varones. En las culturas aymara, quechua, uru, es decir, en la cosmovisión andina en general, el enfoque de género venia implícito en el chacha-warmi, código que viene desde tiempos precolombinos. Se sabe quiénes fundaron Cuzco: Mallku Qhapa y Mama Uqllu, una pareja, y de los que fundaron Bolivia, solo sabemos el nombre del varón, Simón Bolívar, y su esposa es ignorada incluso en círculos oficiales de la historia. Sabemos quién ha sido la pareja del mártir Tupaq Katari, doña Bartolina Sisa, pero no sabemos quién habrá sido la compañera de Antonio José de Sucre; sabemos quién era la esposa de Tupaq Amaru, doña Micaela Bastidas, pero no sabemos quién era la compañera de Pedro Domingo Murillo.

“La agrupación feminista Mujeres Creando lanzó la consigna “no hay descolonización sin despatriarcalización”, interpretando de este modo el proyecto gubernamental que centraba su acción y su proyecto de cambio en ese propósito. Más adelante, algunos intelectuales alineados al proyecto gubernamental se apropiaron de la consigna para darle su propia y particular interpretación” (Ybarnegaray, 2012)

El siguiente fragmento muestra la evolución del término “colonialismo”: “La idea de colonialismo ha sido inicialmente trabajada y relacionada con la denuncia de la sujeción de las colonias del continente americano respecto de la corona española. Otros significados que históricamente ha ido teniendo son los que tienen que ver con las relaciones de desigualdad y dominio de unos estados y empresas respecto a otros estados. Y otro sentido que ha cobrado, y ahora se muestra en un punto alto de desarrollo, es el del llamado “colonialismo interno”, es decir, del predominio de una cultura sobre otra, de la supremacía de una racionalidad, una institucionalidad y en general de un sistema social sobre otras racionalidades y sistemas de reproducción de la vida social.” (Chávez, 2011). También se dice que los medios de colonización son “la invasión, las armas, la religión, la educación, la ciencia, el arte, la medicina y el racismo como instrumento de producción y reproducción de jerarquías, de opresión y explotación” (Fundación Colectivo Cabildeo, 2012)

La descolonización plantea “la necesidad de acceder a un mundo distinto al moderno, pero esto no implica un retroceso a la pre-modernidad” (Ybarnegaray, 2012). Esta es una propuesta de países del tercer mundo, Bolivia entre ellos, que promueve valores de igualdad y equidad, eliminando las jerarquías raciales, de género y clases sociales y promueve también la recuperación de saberes, poniendo en duda los conocimientos impuestos por los españoles.

El patriarcado es “un orden (sistema) social que genera una forma de pensar cuyos mandatos apuntan al dominio masculino y la subordinación femenina. La división sexual y jerarquizada del trabajo y la familia monogámica patriarcal son el origen de la opresión de la mujer en el capitalismo.” (Fundación Colectivo Cabildeo, 2012). Se refiere al postulado que indica que “los varones, por condición “natural”, están dotados de lo que se requiere para asumir el mando sobre los demás, principio que constituye un fundamento sustancial de las relaciones de poder” (Ybarnegaray, 2012). Aunque este sistema sea puesto en cuestionamiento, ya sea desde el punto de vista religioso, filosófico o político, aún se mantiene vigente en nuestra sociedad.

Entonces, en contraste con este mecanismo social, “la despatriarcalización es la subversión del orden patriarcal a través del desmontaje del sistema de dominación, subordinación, opresión y exclusión de las mujeres. Es desmontar este orden fundado en la distribución desigual del poder entre hombres y mujeres en la sociedad, la comunidad, la familia y el Estado. Es un proceso de liberación, de emancipación del pensar, sentir y conocer de las mujeres.” (Fundación Colectivo Cabildeo, 2012).

Asi pues, el proceso de despatriarcalización se lograría a través de desestructurar las relaciones de poder que jerarquizan las relaciones entre hombres y mujeres, la eliminación de patrones y estereotipos discriminatorios, la redistribución del trabajo doméstico y el reconocimiento de las mujeres como portavoces del Vivir Bien. Este es el camino para despatriarcalizar nuestra sociedad, también permitirá al Estado descolonizar el Estado mismo, y posteriormente descolonizar nuestra sociedad, nuestra forma de pensar.

Bibliografía
  • Chávez, P. (2011). Estado, descolonización y patriarcado. En P. Chávez, T. Quiroz, D. Mokranis, & M. Lugones, Despatriarcalizar para descolonizar la gestión pública (págs. 13-15). La Paz: Vicepresidencia del Estado Plurinacional de Bolivia.
  • Fundación Colectivo Cabildeo. (2012). Descolonización y Despatriarcalización: Hacia la construcción del Vivir Bien. En Fundación Colectivo Cabildeo, Curso: Despatriarcalización, Descolonización, Políticas y PSG (págs. 12-22). La Paz: Fundación Colectivo Cabildeo.
  • Ybarnegaray, J. (2012). Entre el discurso y la práctica: Dilemas de la despatriarcalización en el proceso de cambio. En C. d. Mujer, Mujeres en diálogo: Avaanzando hacia la despatriarcalización (págs. 143-164). La Paz: Editora Presencia.

Imágenes:
  • http://singenerodedudas.com/wp-content/uploads/2013/10/nosepuededescolonizar_sin_despatriarcalizar.jpg
  • https://encrypted-tbn0.gstatic.com/images?q=tbn:ANd9GcRXuBzl9w8CRQJgQWI__VACQg5XZkBa-35OJAzh61eyIrI9ydPr
  • http://www.definicionabc.com/wp-content/uploads/Equidad-de-G%C3%A9nero.jpg


Perspectiva de Género


jueves, 2 de julio de 2015

INFORMACIÓN Y COMUNICACIÓN CON ENFOQUE DE GÉNERO, DENTRO DEL CICLO DEL PROYECTO

por R. Soza

Dentro de todos los proyectos que se han realizado como proyectos de empleo y formación con enfoque de género, muchos han sido exitosos, logrando los resultados e impactos esperados, otros tantos no han alcanzado las metas propuestas, pero el común denominador de la mayoría de estos proyectos es el hecho de que poco se ha hecho por difundir estos resultados, dificultando la posibilidad de replicar los proyectos exitosos, o las acciones tomadas para alcanzar estos, así como permitiendo que se puedan repetir errores cometidos. El presente artículo expone las etapas del ciclo de proyectos con enfoque de género, y la importancia de la información y la comunicación en cada una de estas etapas.

Es importante hacer notar que “las distintas fases del ciclo del proyecto no son compartimentos estancos ni se suceden linealmente; éstas deben mantener estrechos vínculos de interdependencia y de simultaneidad temporal, además de requerir el flujo de información continuo entre todas ellas para facilitar su constante reajuste y mejora.” (Kideitu, 2007)

“El diseño de un proyecto debe partir de un buen diagnóstico de la realidad social donde se va a intervenir” (Kideitu, 2007). Este análisis previo debe describir la situación de las relaciones de género en el mercado de trabajo, basado en estadísticas laborales desagregadas por sexo, en estudios y análisis específicos cualitativos que permitan ver las causas de la desigualdad, y finalmente un diagnóstico participativo realizado por hombres y mujeres del grupo beneficiario, para comprender las desigualdades en el espacio de intervención. Es así que este diagnóstico de situación no se construye con números fríos ni investigaciones que poco pertinentes podrían ser, sino que es de vital importancia la participación del grupo beneficiario como fuente primaria de información.

A continuación sigue el diseño y la planificación del proyecto, “en esta etapa se fija el alcance y objetivos, el perfil de los y las beneficiarias y participantes, la extensión en el tiempo y los mecanismos ideados para su implantación. La fase de diseño de un proyecto supone, también, un momento clave en la toma de decisiones en relación con las prioridades políticas y estratégicas y con la asignación de recursos –financieros, humanos, temporales- a cada una de ellas.” (Kideitu, 2007). La incorporación del principio de igualdad en esta fase, implica que los objetivos del proyecto incluyan el enfoque de género, se defina el perfil del grupo beneficiario en cuanto a sexo, edad, nivel educativo, entre otros; que se planteen y ejecuten actividades con cuotas de participación equilibrada entre hombres y mujeres, que se garanticen los recursos para los objetivos de igualdad, que se establezcan periodos de ejecución suficientes para la realización de los procesos, reservándose tiempos suficientes para la evaluación, la difusión y la transferencia del proyecto.

Los anteriores pasos son importantes, pero no suficientes para garantizar la ejecución del proyecto, siendo “necesario vigilar y asegurar que la gestión del proyecto vela por la igualdad y tiene en cuenta las diferencias de género en toda su extensión y profundidad” (Kideitu, 2007). Dentro de los principales aspectos para lograr una adecuada ejecución se debe considerar el contar con un equipo especializado en igualdad que preste asesoramiento durante esta fase; usar los canales de difusión masiva con mayor cobertura, más escuchados, leídos o vistos por el/los público/s objetivo (Kideitu, 2007); comunicar con claridad y simplicidad qué se pretende hacer, quiénes somos y con qué recursos se cuenta; garantizar que la contratación de empresas proveedoras sean respetuosas con la igualdad de oportunidades en su organización interna; contar con mecanismos que recojan la opinión y manifestación, en primer persona, de los hombres y mujeres beneficiarias de las actuaciones.

Dentro de esta etapa, la sensibilización y la comunicación “es una de las actuaciones más importantes para el logro de la incorporación del enfoque de género, siendo clave para lograr cambios de actitudes, eliminar obstáculos y diferencias que impiden la participación social y laboral de las mujeres, en las propias entidades que ejecutan los proyectos, en los hombres y mujeres beneficiarias, y en el entorno social y económico más próximo” (Kideitu, 2007).

Finalmente se tiene la evaluación del proyecto, que “se trata de un proceso continuo que tiene que ser aplicado a la largo del proyecto, considerando momentos clave al Diagnóstico (al principio), el Proceso (durante), los Resultados (al finalizar) y los Impactos (un tiempo después)” (Kideitu, 2007), debiendo definirse indicadores clave que afecten tanto a la incorporación del enfoque de género en las organizaciones e instituciones que promueven los proyectos.

A todo esto, la UNESCO, promueve un plan de acción para la prioridad “Igualdad de Genero” 2014-2021 (UNESCO, 2014), promoviendo proyectos como los Medios de comunicación comunitarios: que pretende que las entidades de difusión de la comunidad (en especial las radios) cobren conciencia de las políticas de género en el lugar de trabajo y del enfoque en las cuestiones de género al producir los contenidos, ajustando la programación para aumentar el tiempo dedicado a programas específicos sobre el género, fomentando la participación de las mujeres y velando por que los corresponsales y las fuentes de las noticias no sean solamente hombres. (UNESCO, 2014)

Por tanto, la información y comunicación de los proyectos con enfoque de género deben considerar el aspecto de sensibilización antes, durante y después a la realización del proyecto, utilizando un lenguaje claro, sencillo, no sexista, equilibrando hombres y mujeres que son imagen de esta transmisión, apuntando a problemas o necesidades percibidas por la población o grupo sobre el que se quiere actuar.

Bibliografía

  • Kideitu. (2007). El principio de igualdad en el ciclo de proyecto. En Kideitu, Guía para la incorporación del enfoque de género en los proyectos de empleo y formación (págs. 27-39). Araba, España: Emakunde/Instituto Vasco de la Mujer.
  • UNESCO. (2014). Gran Programa V: Comunicación e Información. En UNESCO, Plan de acción de la UNESCO para la prioridad “Igualdad de género” (2014-2021) (págs. 48-53). Francia: UNESCO.


Imágenes:
  • http://www.fao.org/docrep/007/ad645s/ad645sm3/AD645S002.jpg
  • http://mujereshoy.info/wp-content/uploads/2012/04/thumbnail.jpg
  • http://cdn.agilitycms.com/wacc-global/Images/Galleries/OUR_NETWORKS/LA/gender_620.png



miércoles, 1 de julio de 2015

LA AGENDA DEL TRABAJO DECENTE: GÉNERO, ETNICIDAD Y TRABAJO EN BOLIVIA

por R. Soza

El acceso al trabajo es un derecho universal, y este debe ser recompensando no solo con una remuneración justa, sino también con un reconocimiento adecuado, prestaciones sociales durante todo el periodo de trabajo y otros beneficios que permitan que una persona realice sus actividades de una manera eficaz, eficiente y a la vez pueda desarrollarse como persona y como miembro de una familia y de la sociedad.

En nuestro país, sin embargo es muy común que todavía se presenten casos de discriminación por género, alegando tácitamente que las mujeres no tienen la fuerza física de los hombres, o bien que se dedican más a la familia que al trabajo, entre otras razones. Asi, en determinado momento de la vida de una mujer, esta debe decidir si dedicarse a su desarrollo profesional y estudiar y trabajar, o bien dedicarse al desarrollo de la familia.

Existen propuestas y convenios internacionales de organizaciones reconocidas como la OIT, que constituyen un referente en materia laboral con enfoque de género, en busca de que las familias, el mercado y el Estado alcancen la equidad de género en las relaciones laborales.

“La agenda de la economía del cuidado como bien público es amplia e incorpora: (Wanderley, 2008)

(i) la visibilización y valorización de las actividades de cuidado al interior de los hogares (Wanderley, 2008). Teniendo en cuenta que el papel de las mujeres es complejo e irremplazable, desde el momento del embarazo, la concepción, la lactancia y el posterior cuidado de los infantes al interior de la familia, tareas importantes pero solo reconocidas cuando las mujeres tienen un trabajo establecido y son acreedoras de bonos, seguro, permisos, que si bien no son suficientes, brindan cierto apoyo. Empero cuando las mujeres no están en planillas de algún trabajo, pues corren las peores condiciones para llevar adelante la tarea de la maternidad.

(ii) la promoción de la división de responsabilidades entre hombres y mujeres con responsabilidades familiares (Wanderley, 2008). En décadas anteriores era común que los roles entre la mujer y el varón sean bien definidos y sin discusión alguna, donde el hombre era el responsable de proveer el alimento, la vestimenta, la educación y otros gastos en los que incurría la familia. En algún momento, ya sea por la crisis económica, la irresponsabilidad del “jefe del hogar”, o bien por el deseo de la mujer de demostrar que también puede hacer lo que hace su pareja y superarle; por todo esto ocurre que la mujer incursiona en el mundo laboral, fuera del hogar, y no deja su papel de ama de casa, de cuidadora de los hijos, de encargada de la alimentación, viéndose dividida entre el mundo laboral y el hogar. Lo ideal es que las tareas antes asignadas a la mujer sean divididas con su pareja, equilibrando la carga del hogar para que ambos puedan desarrollarse profesionalmente, presentándose este hecho solo en una pequeña proporción de hogares.

(iii) la oferta de servicios públicos o subvencionados de guarderías y alternativas para el cuidado de los niños menores a seis años y adultos mayores para hombres y mujeres con responsabilidades familiares (Wanderley, 2008). Muchas veces se ve como un castigo el hecho de que una mujer se embarace antes del matrimonio, sobre todo cuando aún no se ha insertado al mundo laboral, que es el caso típico de las estudiantes. En estas situaciones, la mujer se ve forzada a abandonar los estudios, o bien debe dejar de trabajar al no contar con un apoyo para el cuidado del neonato o neonata. Es por ello que tanto el Estado como el sector privado deben asegurar servicios de guardería para todas las madres y/o padres que necesitan este apoyo para poder trabajar de manera óptima, y no preocuparse por sus hijos, ni exponerlos a peligros llevándolos a sus trabajos.

(iv) políticas de recursos humanos en las empresas y en el sector público facilitadoras de la conciliación entre las responsabilidades familiares y laborales de los(as) trabajadores(as). (Wanderley, 2008).  La provisión de guarderías para el cuidado de los infantes en el puesto de trabajo debe ser solo el primer paso, pero no la meta. Los empleadores, sea del sector público o privado, deben introducir y ejecutar directrices en pro de las personas con responsabilidades familiares. Una medida de reciente implementación se constituye la tolerancia por la lactancia materna. (Bolivia, 2009).

Por todo lo expuesto anteriormente, se finaliza indicando que las mujeres tienen derecho a trabajar, y que para que este deseo de supervivencia de la familia y superación personal no sea truncado por la maternidad, debe existir el apoyo tanto dentro del hogar como por parte de los empleadores del sector público y privado.


Bibliografía
  • Bolivia. (2009). Reglamento a la Ley de fomento a la lactancia materna y comercialización de sus sucedáneos. La Paz: Gaceta Oficial de Bolivia.
  • Wanderley, F. (2008). Género, etnicidad y trabajo en Bolivia. Insumos conceptuales para el diseño de políticas de promoción del empleo en el marco de la equidad. En G. y. post-neoliberales, CIDES-UMSA (págs. 145-170). La Paz: CIDES-UMSA.


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